Sirve
Sirve
por lo menos sirve
para cuando lanzo la red
al mar de la memoria
y, entre algas putrefactas
y caracolas partidas de odio
extraigo la perla de tu recuerdo
me regocijo en la contemplación
y la devuelvo al mar
hasta la próxima lágrima
Del conventillo
Menuda letra en su diario, testimonia los encuentros
Ajuliados versos rimados en siestas de domingo
perpetuaron cantos y voces, gritos y silencios
En la madera pútrida de cuarenta escalones
quedaron las terrosas huellas de cuatro pies descalzos
En el ignoto éxtasis fundieron sus abrazos
hasta caer rodando… rodando bajo otro cielo
Hacia el fin de la última noche, frente al espejo
ella contempló su figura y proyectó sus sueños
Él tomó debida nota y lagrimeó a dos tiempos
la acusó de bohemia absurda y ella, de frío bajo cero
A ruido de rama quebrada sonó –de la mano- el chasquido
A él le dolieron los dedos…
A ella, los años perdidos…
Buscando definir el amor
Ese resplandor que precede al tiempo
de respirar los vicios
Ese maniquí donde se prueba el corsé
de olvidarse de uno mismo
Ese ladrido nocturno de la sangre
Ese imperio de brujas celestinas que confunden
la razón y los sentidos…
Crónica (Abril-Mayo 1992)
Una bomba cae sobre una red humana
Al teniente coronel su pasado no lo perturba
-pero no es el único ciego-
De las estadísticas al margen, alguno come de los residuos
para no morir
A la izquierda de la vida, otros conocen la muerte prematura
Una eminencia salva a un joven desahuciado
Un industrial infractor termina con los peces
Nadie dio el pasaporte al traficante
Alguien encuentra el amor en otra parte
Aquél que sabe se va
El que ignora… se queda y vota
Poema 130
Voy recortada de cielo
amputada de espacio
donde asirme de lo puro
con mi sangre encapsulada
hasta que estalle
Presagio soles
que nunca amanecen
compito en llagas y fracasos
mudando de extraños
que me abracen
Poema 136
Llueve miserablemente
con esa lluvia
carcomida
de espacios
entre gota
y gota
Poema 142
Tengo la sensación de que la vida
sólo transcurre
fuera de estas cuatro paredes
mientras yo aquí
maldigo tu ausencia
y hay un duelo de sombras
que nunca se acaba
entre ladridos de perros de dientes afilados
que imprudentes me lastiman
Mi país
Al sur,
el frío paralizando cuerdas de guitarras
y es el rechinar de dientes
el rojo de los ñires
o el negro carbón
en la desmedida soledad
Al norte,
el sol derritiendo los ánimos
es la siembra, la cosecha
la selva, sus misterios
el hambre y la metrópoli
A diferentes latitudes de un mismo espacio
un dolor común y ojos distintos
Un antiguo patio universal de baldosas agrietadas
que convergen en la médula de un país incierto
que no tiene memoria
domingo, 17 de octubre de 2010
domingo, 16 de mayo de 2010
Del libro Analektas (Cosas escogidas, en griego)
Proyectiles
Es imposible dejar de pensar
en lo que me agrede
Por eso cargo el arma
con los añicos del cristal
de mi alma
apunto
y disparo el poema
asesinando sueños infantiles
en una inútil venganza
Poema 90
Desde temprano atiza
el marco tibio de la espera
y luego impregna el aire
de dulces bienvenidas
Cuando llego
puedo advertir en su mirada ansiosa
los días de no verme
A menudo contiene el abrazo a destajo
por no partirme los huesos
y convencido del escaso margen
escribe sobre mis líneas curvas
con la izquierda hacia el norte
y con los dedos de la otra
escarba los huecos de dar
al sur de mi cuerpo
Dejo caer mi mandíbula
y no miro por vergüenza
ni los contornos rigurosos del ropero
ni su espejo
Como uvas deliciosas
arranca una a una
mis nostalgias
y sobre el mantel de sábanas
descansamos nuestra libertad
amaneciendo milagros
Poema 100
En los pastos del sexo
recosté mis espaldas vencidas
A menudo quise ser otra
y sólo logré ser de otros
desborde y muralla
alternativamente
Poema 62
Aprieta la lluvia
un dolor
Es mi corazón
que sangra
Poema 64
En la escala
de uno a diez
estoy de cinco
Ya sé, no me regañes
pero
tengo el alma extinguida por el espanto
tengo el hoy suicidado de cobardes
Nuestro país es una fábrica de olvidos
y yo…
yo no quiero ser la agenda de nadie
Torre
Bordean el muro
que encierra tu secreto,
las palabras
Fragmentos de luz
filtran tus pesares
Tu país
se desangra
poeta
entonces
abres tu ventana
Es imposible dejar de pensar
en lo que me agrede
Por eso cargo el arma
con los añicos del cristal
de mi alma
apunto
y disparo el poema
asesinando sueños infantiles
en una inútil venganza
Poema 90
Desde temprano atiza
el marco tibio de la espera
y luego impregna el aire
de dulces bienvenidas
Cuando llego
puedo advertir en su mirada ansiosa
los días de no verme
A menudo contiene el abrazo a destajo
por no partirme los huesos
y convencido del escaso margen
escribe sobre mis líneas curvas
con la izquierda hacia el norte
y con los dedos de la otra
escarba los huecos de dar
al sur de mi cuerpo
Dejo caer mi mandíbula
y no miro por vergüenza
ni los contornos rigurosos del ropero
ni su espejo
Como uvas deliciosas
arranca una a una
mis nostalgias
y sobre el mantel de sábanas
descansamos nuestra libertad
amaneciendo milagros
Poema 100
En los pastos del sexo
recosté mis espaldas vencidas
A menudo quise ser otra
y sólo logré ser de otros
desborde y muralla
alternativamente
Poema 62
Aprieta la lluvia
un dolor
Es mi corazón
que sangra
Poema 64
En la escala
de uno a diez
estoy de cinco
Ya sé, no me regañes
pero
tengo el alma extinguida por el espanto
tengo el hoy suicidado de cobardes
Nuestro país es una fábrica de olvidos
y yo…
yo no quiero ser la agenda de nadie
Torre
Bordean el muro
que encierra tu secreto,
las palabras
Fragmentos de luz
filtran tus pesares
Tu país
se desangra
poeta
entonces
abres tu ventana
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