jueves, 6 de enero de 2011

Cuento dedicado a Peregrina Duarte, jubilada suicida – 20 de agosto de 1992

La Verdad

Levantó el volumen. Creyó que sus oídos viejos lo engañaban. Lo escuchó por espacio de diez minutos y no aguantó más.
Voló con su imaginación decenas de años atrás cuando le aseguraban que la verdad estaba allí, en los libros de lectura, en cada página serpenteada por listones celestes y blancos, bordeando los temas patrios obligatorios: los paraguas del 25, las barrancas del 20, la casa colonial del 9.
Y se vio paradito, tieso de frío en medio del patio, siguiendo con sus ojos el ascenso de la enseña patria. Se oyó desentonando “o juremos con gloria morir”. Sintió el nudo que se le hacía en la garganta por la emoción.

-Luisito: anoche tu padre y yo estuvimos hablando y… y buen o, llegamos a una conclusión: el lunes te va a llevar para que te conozca el capataz a ver si te hace un lugarcito en la fábrica. Siendo el mayorcito vas a tener que ayudar a mantener este hogar… ¡Pero no llores hijo!... la verdad es que es imposible alimentar siete bocas con sólo el salario de tu papá…

Giró velozmente el selector de canales. Cuando se detuvo, la voz afirmó: “Jockey Club, la pura verdad”.
Y otra vez se paseó con la memoria hasta dar con María del Carmen. Ese día estaba tan hermosa… como lo están todas entre tules y sedas blancas, frente al altar. Suspiró sonriendo al recordar las manos húmedas de ella y la torpeza suya al ponerle el anillo. Después vino la convivencia y la resignación…

-Luis, querido, ¿qué vas a hacer con el poster del Che? No pretenderás colgarlo en el comedor, ¿no? Eso está pasado de moda… a quién va a convencer con su verdad…

Volvió a girar el dial y esta vez otra voz le decía: “Nuevediario, las dos caras de la verdad”.
Se preguntó cómo podía tener dos caras si la verdad es una sola y todo lo demás es mentira. Se detuvo un rato en ese canal. La voz melodiosa le prometía que tras la tanda publicitaria tendría imágenes exclusivas, logradas por el equipo de noticias, del lugar donde se encontraba recluida la famosa modelo ex amante del periodista suicida.
La verdad. La verdad no es material atractivo para los noticieros, concluyó. La única verdad es la realidad –dijo el ciego.

Miró los remiendos de su pantalón y el pullover gris que le había traído su nieta en la última visita del año anterior: sobre la mesa, la receta de medicamentos que no podría comprar y escuchó tronar su vientre apremiado por el hambre. Abrió el ventanal del balcón y volvió a volar, pero esta vez con “su” verdad.